Como estamos con el cambio de temporada, me he comprado un par de revistas de moda.
No soy adicta, ni nada, pero cuando toca gastarse el dinero, mejor informarse un poco, ¿no creéis?
Para esto lo mejor es empaparse con esos publireportajes de moda que te proponen distintos estilismos según seas una mujer urbana, deportista, chic, lady, étnica...Me encantan, pero ya me diréis, soy de Lugo.
Te llevan hacia una abstracción mental en la que te metes en la piel de la supermodelo de turno, ahí es donde cometes el primer error.
Pero no te das por enterada y sigues adelante pasando páginas y pensando que después de esa cascada de ideas, algún poso quedará que te dará la clave infalible para la nueva temporada.
Si lo piensas fríamente cualquiera de los "look" propuestos te sentarían bien, solo has de saber elegir las ocasiones.
El momento en el que ponerte sandalias de taconazo con calcetines hasta la rodilla, falda de tutu, sujetador de brillantes y una estupenda chaqueta de frac.
No es que un look esté mal, es que no encaja con tu vida, es así de simple.
Y de repente pasas la página y ahí está, el maravilloso mundo de la moda lowcost.
El término está de moda, lo aplican a la ropa con etiquetas antimareo, es decir, que te puedes comprar sin tener que mirar las etiquetas sentada, por si te da un vahído.
Esta sección es buenísima, te ponen a las famosas mas trendy, las que marcan tendencia. Esas que para salir en vaqueros y despeinadas necesitan un par de asesores de imagen, pero esa es otra historia.
Lo que decía, ves a las famosas con el modelito de turno, te lo despiezan como si fuera un pollo y prenda por prenda te van sugiriendo su réplica en la franquicia de moda.
Que digo yo, ya podían regalar la revista, con semejante volumen de publicidad es hasta insultante que las cobren.
También es cierto que a los catálogos que te envían por correo o a los que te entregan en las tiendas, apenas les prestamos atención.
Será como las cremas, cuanto mas caras, mas nos gustan, aunque tengan la misma composición que las más económicas.
Llegas al final de la revista, con mil ideas en la cabeza, te lanzas a comprar un par de básicos, unas cuantas camisetas y un montón de complementos, con esas cuatro prendas podrás vestir impresionante y a la moda, las tardes de terraza, las noches de verano y las mañanas de compras.
Todo es cuestión de combinar.
Pero, oh cruel realidad, cuando pasa la primera semana y ves que no tienes nada que ponerte.
Cuando descubres que el pantalón fetiche de la temporada, pilar de todos esos look, es demasiado sport para ir a la oficina, demasiado formal para ir al super, demasiado brillante para ir a playa y lo peor, es que ni por asomo te queda como a la supermodelo del anuncio, ¡ HAS PICADO OTRA VEZ !
1 comentario:
A veces te metes tanto en el papel de la modelo, que te comprás algo parecidoe y al cabo de unos días miras la prenda y te preguntas que tenias en la cabeza metido cuando la adquiristes, O te crees que vas divina porque has copiado un modelo, maquillaje,todo ,todito igual y tú madre te suelta, te pareces a Karmele Marchante, con todos mis respetos hacia ella, y es cierto vas pintada como Heide con una diadema de encajes, ays necesito un personal shopper Low cost
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