Cuando llegas a mi edad y echas la vista atrás te das cuenta que llevas unos diez años asistiendo a las bodas de todos tus conocidos.
Por eso al llegar el mes de mayo, ya con cierta rutina, pienso en cuantas bodas tengo este año y me dispongo a prepararlo todo.
En mi caso mis mejores amigos y mi familia directa, ya han cumplido con el rito, algunos en dos ocasiones, por lo que hace unos meses pensé que quizá este año me libraba.
Pero como setas con las primeras nieblas, me han aparecido dos, de lo mas variopintas
La primera y mas peculiar es una boda gitana, a la que he decidido no asistir, mas por miedo a molestar que por ganas, pero me siento alagada y sé, que si voy no me arrepentiré.
Uno de los motivos que ha influido para no ir a la boda gitana es como diría Paco Martinez Soria por "boda transatlántica", que me ha salido una boda en Miami y como apenas me gusta viajar, ya sabéis, allá que me voy.
Así que he empezado a prepararlo todo, y resulta que no tengo ni idea como son las bodas allí, la ropa, la fiesta, el regalo, tengo que ponerme al día, gracias google por tu indispensable ayuda.
Siempre que voy a mirarme un vestido para una boda, recuerdo la frase de un amigo que me dijo
¿ por qué las mujeres os ponéis tan horribles para ir a una boda?, aún hoy espero que hablase en general y no fuese sólo por mi.
La cuestión es que tiene su parte de razón, se comenten errores estéticos al querer ponerte un día lo que nunca te pondrías fuera de ese contexto.
La culpa no es solo nuestra,¿ porqué los vestidos que diseñan para fiesta son de esos colores imposibles?, tenemos el azul turquesa aguas del Caribe, el amarillo canario de las islas afortunadas, el verde esmeralda intenso o el verde alga chillón y como no el rojo valentino.
Con esta paleta es difícil acertar y si ya lo adormas de volantes, dorados, pliegues y lorzas, el encontrar vestido se vuelve una tarea imposible.
Aparte está el tema zapatos, ¿porqué el día que mas vas a bailar en el año, te compras los zapatos mas incómodos?, esto es un tema que roza el masoquismo, gracias al que inventó las bailarinas plegables que caben en el escuetísimo bolso fiestero.
Mención especial hay que hacer a los moños y cardados, por mal que te veas, allá vas con tu mejor sonrisa, no hay tiempo para cambios, de eso se aprovechan las peluqueras y además después del pastón que te han soplado lo mejor es correr hacia la barra libre y decir:
-Pon un gintonic cielo
1 comentario:
este año yo tengo dos ... Mi hermanita ... y mi hermano (el que va detrás de mí), por lo que es de obligación la asistencia, (una en Madrid y la otra en Barcelona) y además en mi familia tenemos esa "costumbre" tan bonita y tonta a la vez ... la de la "pedida", por lo que viajaré más que willy fogg con mi enano a bordo ... espero pasarlo bien en las dos, como tu lo hagas en la tuya!
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