jueves, 26 de mayo de 2011

El valor de las personas

Hoy venía en el diario una noticia de las que pasan inadvertidas.
Una anciana que vive sola en una aldea es asaltada y golpeada en plena noche, para robarle unos cuantos euros.
Seguramante la cantidad sea ridícula y a la señora, en la foto no se le apreciaban graves lesiones, por lo que, en caso de encontrar a los autores, la pena será mínima.
Y yo me pregunto, independientemente del valor de lo robado y de la fuerza ejercida para hacerlo, no debería también importar el tipo de víctima.
No es lo mismo robar en un banco o gasolinera, que a una anciana en su casa.
En nuestra ley se tiene en cuenta el valor de lo substraído, si ha existido fuerza contra las cosas y como agravante las lesiones y otras circunstancias de espacio y tiempo.
Pero no se tienen en cuenta las circunstancias personales y especiales de quien sufre el daño , ya sé que todos somos iguales ante la ley, pero aunque las consecuencias del robo sean las mismas, las implicaciones sociales y psicológicas para la víctima son bien distintas.
Yo que trabajo en un espacio abierto al público soy consciente de que puedo sufrir un robo, me he puesto en esa situación y también en la de la anciana y no es la misma, para nada es la misma.
Una vez superado el susto, tomaré mas precauciones y seguiré como hasta ahora, porque no deja de ser un riesgo asumido, y continuaré seguramente con mas miedo, pero también con mas experiencia.
En cambio que sensación de seguridad tendrá esta señora en su casa a partir de ahora, cuantas noches ha de pasar en vela y cuantas veces se despertará sobresaltada por cualquier pequeño ruido.
Si el daño no es el mismo, la pena no debe ser la misma.
No importa tanto el valor de las cosas como el valor de las personas.
Seguramente quienes sepáis de leyes, tendréis mil teorías para rebatirme, incluso puede que esté totalmente equivocada y lleguéis a convencerme.
Pero es lo que pensé al leer la noticia, un razonamiento, para mi lógico, nada mas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Es el valor relativo de las cosas.
Esa señora no se recuperará nunca.
Yo me recuperaría en unas horas.
Tienes absolutamente toda la razón y creo que las penas deben empezar a contar a partir de la recuperación de la víctima.
Veinte años a contar a partir de que la víctima tenga el alta y recupere su vida normal.
Porque hay casos en los que la víctima queda postrada y el agresor en la calle.