domingo, 8 de enero de 2012

La generación Facebook

Yo soy de esa generación que puede presumir de haber tenido televisión en blanco y negro con uno o dos canales y carta de ajuste a partir de las doce de la noche.
También soy de esa generación que vivió de primera mano la revolución de los móviles y de Internet.
Y a toro pasado digo, -"no lo hicimos tan mal".
En el instituto me dieron a elegir entre Informática y Manualidades como optativa, yo por supuesto elegí Manualidades, pensé que sería mucho mas práctico para mi vida futura aprender la técnica del pirograbado que esa sucesión tonta de ceros y unos.
También escogí francés como segundo idioma, no soy precisamente una visionaria...
Comentando con una amiga, con mi mismo buen tino a la hora de predecir el futuro, me dijo esta frase lapidaria:
-"yo pensé que la informática sería una moda pasajera y por eso no le preste atención".
Entonces me di cuenta que no fui la única, que de una manera u otra todos estábamos inmersos en esta era informática un poco a salto de mata.
Fui la última de mis amigas en tener móvil y mi portátil aún luce orgulloso las pegatinas originales.
Pero conservo intacta mi intuición infantil y mi falta de conocimientos la suplo con ensayo y error.
No voy a mil cursos, ni me cierro a nuevos programas sólo me dejo llevar, si cada vez es todo mas intuitivo y automático ¿porqué no aprovecharlo?
Nunca dominaré el procesador de textos, pero eso no me impedirá escribir mi blog.
Nunca estaré a la última, pero no me importa, no necesito el ordenador mas potente, ni la gráfica mas veloz, sólo necesito poder comunicarme, poder utilizar las nuevas tecnologías para mis necesidades.
Poder decir "ven, te necesito" por email, sms, whatsApp, Facebook o Twiter.
Eso es lo verdaderamente importante, el poder de comunicarnos es lo que convirtió a las antiguas computadoras, máquinas de estadística y cálculo en toda una revolución tecnológica y social.





1 comentario:

Unknown dijo...

Es como buscar una casa.
Desechas las feas y baratas y compras la más bonita y cara que te puedes permitir.
Acto seguido la tiras entera y haces TU casa (carísima).