Los sueños

Tengo la inmensa suerte de recordar muchos de los sueños que disfruto por las noches.
Es fácil despertarme riendo, incluso en alguna ocasión a carcajadas.
También me he despertado alguna vez a punto de llorar, aterrada por una pesadilla o con el guión para una película perfectamente estructurado.
En alguna ocasión me he acostado pensando en un problema y he soñado la solución, eso es genial y no es cuento chino, me ha pasado de verdad.
En el instituto me obsesioné con el "tetris" y pasé muchas noches colocando piezas.
Últimamente tengo un sueño recurrente y estresante a la vez.
Sueño con conversaciones vía chat o messenger, frases en el aire que alguien me envía y yo respondo una tras otra.
Son conversaciones sin sentido, pero mi cerebro no puede dejar de atenderlas, una y otra vez me esfuerzo por responder a las cuestiones que me plantean y que soy incapaz de recordar.
Quiero volver a soñar con viajes, con que me quedo encerrada en unos grandes almacenes y me paso la noche probándome vestidos maravillosos, que estoy en un país exótico y descubro un puente de cristal que une dos islas que nunca nadie había visto.
Quiero recuperar mi paz y mi imaginación.
Necesito recuperar mis sueños.
"recuperar mis sueños" impresionante frase que me lleva a reflexionar sobre los distintos significados de la palabra Sueños.
Están los sueños inconscientes, los que tu cerebro proyecta cuando duermes sin que tengas ningún control sobre ellos.
También están los sueños conscientes, esos que llenan tu cabeza durante todo el día y guardas a buen recaudo en tu corazón, tan intangibles como los primeros pero sin los cuales no merece la pena vivir.
Que distinta sería nuestra existencia sin esa capacidad de soñar, de imaginarnos en situaciones nuevas, de fantasear con lo que podría pasar.
Los sueños del corazón, ese debería ser el motor de nuestra vida.
Dedicar tiempo a crearlos y sin titubeos ir a por ellos.
Yo voy a recuperar los mios.